Un pelotazo Al 90

Darío Alejandro Escobar
2 min readNov 11, 2019

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Jorge Méndez Calás.

Cuenta Jurgen Klopp que cuando ganó su primera liga alemana en el 2011, con el Borussia Dortmund, terminó ebrio y tirado en una camioneta dentro de un garaje en algún lugar de la ciudad. Todavía no recuerda cómo llegó allí.

Conocemos esa sensación. Yo tampoco sé cómo me atrevo a escribir de fútbol a estas alturas, pero aquí estamos. En nuestra columna comentaremos, cada viernes, algunos temas del deporte más universal. Me encantaría que este espacio fuera como cualquier peña de las que ya abundan a lo largo y ancho del país.

“Al 90”, porque es el aparente minuto final del partido, pero también el ángulo más difícil y bello para hacer un gol. Quiero regatear los límites de la opinión, correr el riesgo de la crítica y no me dará ninguna pena rectificar cuando haga falta.

Este será un espacio para la pasión, pero también para el respeto. Nadie tiene toda la verdad. Y para no pretender que soy imparcial, desde ya les anuncio que soy hincha de Juventus de Turín, desde los tiempos en que Pavel Nedved fue Balón de Oro. Obvio, lo cual no significa que no emita mi criterio con toda la profesionalidad posible. Ustedes me juzgarán.

El mismo Klopp narra que, en medio de la noche, se levantó y vio la silueta de un hombre. Le silbó y resultó ser Aki Watzke, el director ejecutivo del equipo de la Cuenca del Ruhr. Juntos lograron detener una pequeña camioneta, negociar con el turco que la conducía y así regresar al centro de Dortmund. Yo los invito a ser mi Aki, en esta aventura para Alma Mater. Caminemos juntos hacia la belleza de este deporte.

Publicado en la revista Alma Mater.

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Darío Alejandro Escobar

Reportero freelance. Fui Editor Web de El Caimán Barbudo y Director de Somos Jóvenes.